Cuando empezamos a desarrollar un proyecto algunas veces contamos con referentes que pueden guiarnos hacia un producto exitoso, pero otras veces nos encontramos con una hoja en blanco entre las manos.
Aunque no es verdad que tengamos esa hoja en blanco pues nuestra mente esta llena de imágenes de objetos guardadas en el inconciente pero en ocasiones el primer paso puede ser realmente duro.
Últimamente me doy cuanta que el crear historias es bastante útil a la hora de comenzar un nuevo proyecto, es evidente que necesitamos un usuario con el cual referenciar las decisiones pero resulta mas interesante el camino de diseño cuando ese usuario tiene un nombre, vive en alguna ciudad y le pasan cosas que también nos pasan a nosotros.
Puede parecer una recomendación que sobra sin embargo conozco varias personas (diseñadores) que diseñan por diseñar sin ton ni son teniendo como único objetivo su satisfacción académica cumplida, el ponernos mentalmente en los zapatos de otras personas nos ayudara a darnos cuenta que necesitan en realidad y brindarles una solución pertinente.
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